Gobernar de espaldas a los ciudadanos

La democracia en nuestro país ha tardado en consolidarse más que en otros países europeos, pero ya ha dado muestras de su solidez y su calado en el pueblo, resistiendo envites tan severos como un golpe de estado o el martilleo de los atentados del terrorismo. La mayoría de los ciudadanos sentimos esta forma de gobierno como un gran logro de todos y pensamos que es la que más bienestar y paz nos puede proporcionar. El creernos representados en los políticos que gobiernan y en los que hacen oposición supone la constatación de que no estamos sometidos al capricho y la voluntad de unos pocos gobernantes, a los que nada les interesan los ciudadanos.
Sin embargo, a veces se producen actuaciones que lo ponen en duda. Es el caso de la lucha de la Plataforma Ciudadana “No me quites mi Hospital” por conseguir lo que fue una promesa de la misma Consejera de Salud, Dª Mª Jesús Montero: la creación de unos hospitales independientes del Niño y de la Mujer dentro del Hospital Reina Sofía. Tras el cambio del proyecto, por el que niños y mujeres deben esperar a la reforma de las antiguas y ya remozadas instalaciones del Hospital General hasta más allá del 2016, quizás nuestros gobernantes esperaban que los ciudadanos callasen, pero no sucedió así. Se creó la Plataforma, constituida a día de hoy por 30 colectivos que representan a miles de ciudadanos; se inició una campaña de recogida de firmas en apoyo a la reivindicación (más de 45000 registradas); las 3 fuerzas políticas mayoritarias en el Ayuntamiento de Córdoba (PSOE incluido) firmaron una moción de apoyo a la creación del Hospital del Niño y de la Mujer y voces de peso como la del presidente de la Asociación Española de Pediatría, D. Alfonso Delgado, el reconocido cirujano Dr. D. Manuel Concha y la misma Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, han denunciado el lamentable estado actual del Hospital Materno-Infantil y han apoyado a la Plataforma.
Y a pesar de todo esto nuestros políticos siguen en silencio, agazapados en su proyecto, enrocados en su postura, esperando que las voces del pueblo callen, que el calor del verano y el pasar del tiempo apaguen la fuerza de su lucha. Más tarde o temprano, intentarán vender su proyecto como el mejor, advirtiendo que, en cualquier caso, ya no tiene cabida ninguna polémica.
Desgraciadamente, por mucho que las oculten o revistan de palabrería, las verdades seguirán siendo las mismas: que los niños y las mujeres son los últimos en su proyecto; que existe un decreto, incumplido desde Diciembre del 2008, que obliga a la adaptación de los Hospitales Infantiles para que los pacientes pediátricos ingresen en habitaciones individuales y, en el Reina Sofía, hay niños en habitaciones dobles y hasta triples; que en los picos de demanda, los niños se tienen que ingresar, por falta de espacio, en zonas de maternidad, en habitaciones no adaptadas para ellos y cerca de adultos hospitalizados; que el Hospital Materno-Infantil, después de 34 años de existencia, huérfano de proyectos de ampliación y mejora, deberá esperar al menos a cumplir 42 años de servicio antes de ser relevado de su función.
Gobernar para el pueblo pero sin el pueblo, sin oír sus voces ni sus reclamaciones, presentándole proyectos que luego ellos mismos revocan y cambian sin el más mínimo pudor político. Y lo peor de todo, intimidando con afirmaciones como que si la Plataforma persiste en sus demandas, el Hospital Reina Sofía podría perder su inversión. “Pueblo, no sólo no te escucho; además te amenazo”. Esto no es democracia, esto no es lo que los ciudadanos esperan de sus políticos, esto es lo que nunca debemos consentir. No somos sus siervos, somos sus señores. Escúchennos, para eso les votamos, para ello fueron elegidos como nuestros representantes, no para imponernos su voluntad. La democracia es nuestro logro más preciado y no dejaremos que la ensucien. Y tengan claro esta idea: la Plataforma Ciudadana “No me quites mi Hospital” seguirá luchando por sus niños y mujeres, para que sean los primeros en un Plan que les pertenece y que los gobernantes actuales no les podrán arrebatar.