sábado, 23 de enero de 2010

Del rey Baltasar a la consejera de Salud

Querida María Jesús, mucho me temo que ni tú ni tu equipo vais a recibir regalos este año, al menos por lo que concierne al hospital infantil dentro del hospital Reina Sofía. Mira que has tenido tiempo para hacer bien las cosas y, en lugar de eso, destruyes el proyecto que habías prometido de hacer un hospital para el niño y la mujer. No está bien faltar a la palabra dada. Tampoco está bien que no recibas a las personas de la Plataforma que luchan por lo que prometiste. La sabiduría y el poder se demuestran más con la humildad que con la altivez. Lo peor de todo es que si sigues adelante con tu proyecto los niños hospitalizados se verán afectados de lleno por la obra del hospital de adultos. De hecho cada vez el Infantil actual está más tapiado y lúgubre. Probablemente, en algunas fases, los niños serán trasladados a instalaciones provisionales antes de que el hospital general, creado, pensado y adaptado para adultos, se destine a ellos. ¿Sabes? Nada de esto ocurriría si lo primero en construir fuesen los hospitales del niño y de la mujer nuevos e independientes. Es una obligación de los que gobernáis dar prioridad a las mujeres y a los niños. Estos últimos, además de ser el futuro de la humanidad, son los más vulnerables y los nunca oídos. Por eso, como Rey Mago te envío esta carta, para que reflexiones. Ya sabes: reflexionar es de sabios, y creo que el mejor regalo para tus oídos, cuando llegue el día en que dejes tu puesto, será escuchar de otros labios: "Actuó como una mujer sabia, oía al pueblo y sabía rectificar de sus errores e hizo en Córdoba una magnífica reforma del hospital tanto para adultos como para los niños". Recibe de mí un beso, pero este año, lo siento, tan solo carbón como regalo.
Rey Baltasar y Felipe Toledo Ortiz, pediatra y miembro de la Plataforma Ciudadana "No me quites mi Hospital"