sábado, 28 de febrero de 2009

David contra Goliat


¿Por qué se nos acusa de intoxicar y mentir a la opinión pública? Comprendemos que estos señores, cuyos servicios han sido rehabilitados en la primera fase del Plan Director, se alineen con la Dirección-Gerencia. Es lo esperable: con el cambio de Plan recibirán instalaciones nuevas para atender a sus pacientes, mientras que a los nuestros se les reservan las que ellos dejan, con más de 30 años de antigüedad.

¿Quién manipula a la opinión pública? ¿Los que firman y apoyan un fabuloso proyecto aún no concretado o los que intentamos luchar por una hospitalización digna para niños y mujeres?.

Queremos dejar claro que no vamos en contra de ningún proyecto que mejore la hospitalización de adultos, pero sí denunciamos que es extraño que para sus instalaciones existan planos y un proyecto definido, mientras que para las del Materno-Infantil solo se den vagas explicaciones que siembran dudas sobre su calidad e independencia y colocan a la Pediatría cordobesa en un nivel inferior a la que tienen hospitales andaluces similares.

Es importante señalar que, con el cambio, los niños pasan de nuevo a ser los últimos en la reforma, incumpliendo así el decreto que regula su hospitalización (BOJA 246/2005, de 8 Noviembre), ya que deben esperar a que se complete la nueva construcción para adultos.

Nos preguntamos si quedará dinero para ellos y si se cumplirán las promesas, porque hasta ahora sólo tenemos eso, promesas. ¿Qué sucederá si cambia el equipo de gerencia o la situación económica del país? ¿Volverá a suceder igual que con el primer Plan Director, que jamás llegó a materializarse en el hospital materno infantil, pese a que también se nos había prometido un fantástico hospital infantil? ¿Será éste otra nueva representación “virtual” que quedará en nada? Mucho nos tememos que es muy fácil que esto suceda.

¿Y mientras? Con este cambio en el proyecto ¿cuántos años tendrán que soportar los niños y las mujeres las pésimas (e ilegales) condiciones en que se encuentra su hospitalización?

Por todo ello, queremos dejar constancia a los ciudadanos de Córdoba, que a nosotros, como profesionales y “no embaucadores”, como también se nos ha llamado, nos parece lo más razonable volver al Plan de Modernización presentado por la Consejera de Salud en 2006, que además de destinar edificios nuevos e independientes a la hospitalización pediátrica y de la mujer, acortaba de forma importante el tiempo en que la población infantil tendría que sufrir las actuales condiciones de hospitalización.

Por todo ello, la polémica no está zanjada como se ha querido vender a la prensa. Seguiremos luchando por nuestros pacientes, aunque nos llamen como se les ocurra y nos acusen de lo que quieran. “Goliat tenía todo a su favor pero conviene recordar quién venció al final”.

lunes, 23 de febrero de 2009

El Hospital La Fe de Valencia, un calco del nuestro

La decisión de la Junta de suprimir en la reforma del Reina Sofía su idea de dotar al complejo de un edificio independiente para el Hospital Materno-Infantil es una herida abierta en la sociedad cordobesa por la que «mana» polémica. La intención es que los servicios que se iban a integrar en el inmueble eliminado del planteamiento inicial los absorba el Hospital General que resultará de la remodelación, lo que ha provocado un rechazo social y profesional materializado en la Plataforma «No me quites mi hospital».
En el intento oficial por dar puntos de sutura que cierren esta controversia, el jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Reina Sofía, José Eduardo Arjona, señaló en declaraciones a Radio Córdoba que lo que se hará aquí será algo similar al diseño que tendrá el nuevo Hospital La Fe de Valencia. Usaba así como «espejo» a un complejo sanitario, que, cuando se inaugure en 2010 tras una inversión de 383 millones, relevará al ya existente con el mismo nombre.
Otra polémica en Valencia
Lo que no comentó es que este futuro centro vive una polémica casi calcada a la que se da en Córdoba. En la capital del Turia, la actual ciudad sanitaria La Fe dispone de un inmueble propio e independiente para atención infantil. Sin embargo, el nuevo proyecto es una estructura de único edificio, organizado en varios bloques.
Y ha provocado el rechazo de los profesionales del Hospital Infantil La Fe. A finales de 2008, 75 médicos de este centro -tres de cada cuatro- constituían la Asociación en Defensa del Hospital Infantil La Fe y advertían de que el nuevo complejo creará «graves limitaciones» en la atención integral pediátrica.
Aseguraban que el futuro La Fe no respetará la independencia de los circuitos asistenciales y que en él los niños se mezclarán con los adultos, lo que ahora no se produce.
En enero de 2009, dicha asociación publicó en la prensa un artículo de opinión donde denunciaba que «la organización, funcionamiento y estructura física del nuevo hospital dispersa la atención del menor confundiendo lo que deberían ser alianzas estratégicas entre áreas pediátricas y de adultos con la gestión eficiente que sacrifica la atención integral del niño, segregada del adulto».
Posturas parecidas
Son argumentos similares a los que utiliza en Córdoba la Plataforma «No me quites mi hospital» para rechazar el planteamiento de la Junta de no hacer un edificio propio para el Materno-Infantil.
En ese artículo de opinión, esta asociación lamentó que «la necesidad de preservar la individualidad del Hospital Infantil no se consideró [por la Consejería de Sanidad] pese a las repetidas llamadas de atención del colectivo dedicado a la pediatría».
O sea, casi como en Córdoba, donde las peticiones de la plataforma hasta ahora han caído en saco roto para la Junta y el Servicio Andaluz de Salud (SAS). De hecho, la consejera del ramo, María Jesús Montero, eludió la pasada semana la invitación que le hizo IU en el Parlamento para reunirse con los representantes de este colectivo.
El presidente de la Asociación en Defensa del Hospital Infantil La Fe, Héctor Cortina (jefe de Radiodiagnóstico del citado centro), señaló ayer a ABC que la idea de la Junta de suprimir la construcción en el Reina Sofía de un inmueble exento para el Materno-Infantil es «un error absoluto».
Apuntó que, en su caso, por lo avanzadas que están las obras del complejo valenciano, «la visión romántica es que se dejara el Hospital Infantil donde está. Pero, los que hemos tratado con la Generalitat vemos que no aceptarán otra cosa que no sea encajar el hospital actual en el nuevo».
Por ello, plantean que en la futura La Fe «se puede segregar, si se quiere, un espacio, uno de los bloques, o medio, que lo forman» para tener un hospital infantil «como el actual, pero sin equívocos, asegurando cuestiones básicas como que los circuitos de niños y de pacientes adultos estén separados».

Una cura de humildad


DEBE existir una asignatura en la Escuela Andaluza de Salud Pública de Granada donde sea objetivo central la sobredosis de autoestima y prepotencia de los altos directivos del SAS. Intuyo que como material didáctico-práctico de esa materia se incluirá un profundo análisis de las castas de la civilización egipcia que dominaban sus sociedades mediante el secuestro de la información y la escritura jeroglífica, que controlaban y heredaban en un círculo cerrado para mayor gloria del desconocimiento popular y su sometimiento corderil. Pues, no acierto a entender la postura del staff político-gestor-facultativo del hospital Reina Sofía ante la polémica del Materno-Infantil y su reforma, frente al ímpetu ciudadano y profesional de una plataforma y más de doce mil firmas que piden explicaciones. Disipar las dudas que suscita un cambio de planes en la virtualidad permanente en la que viven nuestros políticos cuando no se sabe realmente qué hacer para resolver los problemas de la calle.
De entrada, el único dato objetivo pasa por que el planteamiento del Hospital del Niño y la Madre vendido a bombo y platillo por la consejera de Salud en 2006 se cae de la infografía. Lo demás, como se insiste desde el Hospital y la Junta, debe ser un acto de fe ciega o dogma de casta suprema sobre un proyecto indefinido aún, del que apenas hay datos contrastables a la luz pública. Frente al que las críticas de muchos profesionales sanitarios multiplica las dudas y fisuras nacidas del mutismo soberbio del staff que dice y se desdice con suma facilidad.
Choca que los jefes de servicio del prestigioso Reina Sofía combatan las críticas apelando a la fe ciega del entreguismo servil. Que la ciencia y su razón se reivindique justo con su antípoda: el dogma y la sinrazón para creer (Pío Baroja, «El árbol de la ciencia»). Que apoyen genuflexos un proyecto ni siquiera terminado. Resulta muy llamativo que la misma consejera que unos días atrás tildaba esta polémica de «sinsentido», fuerce ahora al gerente del Hospital a salir a la raya del «9» para fajarse con el miura que ha ido engordando gracias a la falta de información clara, veraz y generosa. Aún más, que el PSOE exija en el Ayuntamiento las mismas aclaraciones que la calle (usuarios y sanitarios), en un acto que le honra, mientras su aparato se calla. Y, sobre todo, que estos aventajados alumnos de esa Escuela Andaluza de la Inmodestia presupongan que la mayor credibilidad está en exaltar el desconocimiento de quien, simplemente, les exige unas explicaciones legítimas en una democracia. Sobre todo cuando la factura la pagamos todos (y no es barata).
Lo decía bien estos días el jefe de Pediatría del Reina Sofía hasta que entregó la cuchara: «Se trata de los niños que pasarán por aquí en los 30 ó 40 próximos años». Ellos seguro que no necesitarán nunca una cura de humildad.

domingo, 22 de febrero de 2009

La fe no mueve hospitales

El origen de la desinformación

Llama la atención que la consejera de Salud, María Jesús Montero, explique la polémica que ha despertado la modificación de la reforma del Hospital Reina Sofía por la «desinformación» que ha habido sobre el asunto. Desde luego, razón no le falta, porque los cambios en la ampliación del centro han dado lugar a un torrente de rumores. Pero, ¿quién es el responsable de que los mentideros sanitarios estén que hierven desde hace meses? No parece que los profesionales, que más allá de las razones espurias de sus demandas que puede entretenerse en buscar quien quiera, están francamente preocupados por el futuro de la asistencia pediátrica. Y sin un «power point» que llevarse a la boca. Nada que ver con el despliegue multimedia de hace dos años en la Delegación del Gobierno andaluz. Mientras el avance del Plan de Modernización se presentó con profusión de recursos en diciembre de 2006, los ajustes (y no menores) que se van a llevar a cabo en él se despacharon hace tres meses entre líneas de una nota de prensa y sin darle más importancia al asunto.

La Junta de Andalucía está reaccionando ahora. Asediada por quince asociaciones unidas en una plataforma, la consejera anunció este jueves que la próxima semana se difundirá el proyecto de reforma con todos los detalles disponibles, y eso que, tal y como la propia Montero declaró en el Parlamento hace diez días, «se trata de una polémica sin sentido».

Algún peligro ha debido verle Salud al descontento de los padres de niños enfermos y de cientos de médicos y profesionales sanitarios cuando en dos días ha tratado de protegerse con dos colectivos de peso. El primero, los jefes de Servicio del Reina Sofía, que hicieron hace dos días una carta de apoyo que el jefe de Pediatría respaldó a deshora e «in extremis». Y el segundo, el Colegio de Médicos.

La semana próxima se conocerá otra maqueta del Hospital: tal vez no sea mucho pedir que no sea demasiado virtual.

El Jefe de Pediatría ya alertó del peligro de degradar la atención del niño

Las «dudas infundadas», en palabras de la consejera de Salud, María Jesús Montero, sobre cómo va a afectar el Plan de Modernización Integral (PMI) del Hospital Reina Sofía a la atención a los niños han circulado en los últimos meses hasta en los estamentos más altos del complejo sanitario. El propio jefe de Servicio de Pediatría, Juan Luis Pérez Navero, las expresó con una claridad meridiana a finales del pasado diciembre durante una junta facultativa, que es el órgano interno del centro en el que están representados los médicos. «Es un sentir unánime del Hospital el que el Hospital Infantil sea independiente del Materno», subrayó el doctor en la reunión, tal y como quedó reflejado en su acta posterior, a la que ha tenido acceso ABC.

Pérez Navero tomó la palabra después de que el director de Servicios Generales del Hospital, José Luis Gómez de Hita, les expusiera a los facultativos los cambios a los que se había sometido el PMI del Reina Sofía. Para su explicación se apoyó de un montaje en «power point». Cabe suponer que basadas en esta presentación, Pérez Navero señaló ante sus compañeros lo siguiente: «El planteamiento actual de ubicar el Área Pediátrica con sus especialidades en la segunda y tercera planta y el Área de Ginecología y Obstetricia en la cuarta y quinta planta del actual Hospital General de adultos (...) originaría la desestructuración de la línea constructiva del actual Hospital Materno Infantil, inaugurado en el año 1975».

«Con ello -añadió Pérez Navero- se rememorarían los tiempos antiguos de la Residencia Sanitaria Teniente Coronel Noreña, donde la Pediatría y la Ginecología y Obstetricia estaban ubicadas en plantas de hospitalización de un Hospital General». Las palabras del jefe de Pedriatría son reveladoras por varios motivos.

Primero porque demuestran que la Dirección del Reina Sofía tenía claro en ese momento -diciembre de 2008- que no se iba a hacer un hospital del niño y de la mujer tal y como aseguró la consejera dos años antes, sino que las plantas de hospitalización de menores se iban a integrar en un edificio con las de adultos.

La importancia de las reflexiones de Pérez Navero que refleja el acta de la junta facultativa radica, también, en que prueban que es seria la inquietud de los profesionales que trabajan en las especialidades pediátricas del Reina Sofía, y que en buena medida recoge la Plataforma «No me quites mi hospital».

Los argumentos que dio el jefe de Pediatría en su extensa intervención no dejan lugar a dudas, y coinciden plenamente con los postulados de la Plataforma. Así, el doctor especifica que los cambios que se están llevando a cabo en el PMI «deben de tener en cuenta las mismas directrices de los hospitales de referencia semejantes al nuestro, como son los complejos hospitalarios Virgen del Rocío de Sevilla, Carlos Haya de Málaga y Virgen de las Nieves de Granada».

«En todos ellos -indicó Pérez Navero en la junta facultativa- existe un hospital del niño y otro de la mujer, ambos plenamente desarrollados e independientes entre sí, no compartiendo estructura arquitectónica con las zonas de hospitalización de adultos».

«Al servicio del Hospital»

El augurio del responsable de la asistencia a niños del Reina Sofía fue más allá. Así, alertó de que con la modificación del PMI «se perdería la troncalidad vertical del edificio del actual Hospital Infantil, donde están ubicadas todas las áreas de hospitalización pediátrica, consultas externas y urgencias sin mezcla de servicios generales y zonas de hospitalización de adultos».

Juan Luis Pérez Navero dejó claro durante su uso de la palabra en la junta facultativa su postura «de servicio al Hospital y no de servirse del Hospital», al tiempo que precisó que «aunque el jefe de Servicio está de paso, las decisiones que ahora se adopten vincularán el futuro de los niños en un plazo de treinta años». Pérez Navero firmó el jueves un manifiesto de apoyo a la Dirección-gerencia con el resto de los jefes de Servicio, si bien lo hizo a última hora y después que el resto de sus compañeros.

Hubo, lógicamente, más intervenciones en la reunión de médicos. Una de las más destacadas fue la del doctor Muñoz Ávila, que tal y como recoge el acta «manifestó que el proyecto de diseño y de construcción del Hospital Materno-Infantil había variado con respecto al que había en la web del centro, sin que en ningún momento se informara de tal modificación a la junta facultativa».

Ésta, la de la falta de información acerca de los cambios en el PMI tras la presentación por la consejera en diciembre de 2006, ha sido una queja frecuente de los médicos.

Por su parte, el director de Servicios Generales del centro, José Luis Gómez de Hita, pidió en la junta facultativa «la tolerancia y la implicación de los médicos en el proyecto de reforma del Reina Sofía». Antes, les comunicó que la intención era «concentrar la asistencia sanitaria casi exclusivamente en el área original del Reina Sofía (Hospital General y Materno-Infantil), quedando en el Hospital Provincial el área de rehabilitación ambulatoria».

Los Jefes de Servicio a los piés de la Consejera


La Junta de Andalucía se empleó ayer a fondo para sacar a la consejera de Salud, María Jesús Montero, de la tesitura de visitar la ciudad el día que se presentó la Plataforma No me quites mi hospital.

Así, a media mañana difundió, a través del jefe de Servicio de Medicina Interna, Francisco Pérez Jiménez, un escrito en el que el 96 por ciento de los jefes de Servicio del Reina Sofía apoyaban, con su firma, el Plan de Modernización Integral (PMI) del complejo sanitario con las modificaciones que creyera oportunas la Dirección-gerencia. Pero en el documento faltaba una pata: la rúbrica del responsable de Pediatría, Juan Luis Pérez Navero.

Ya por la tarde, llegó a las redacciones otro correo electrónico desde la misma dirección -la de Pérez Jiménez- en el que se incluía el mismo documento pero con un párrafo más, y al que ya se había unido Pérez Navero. Fue, casualmente, sólo dos horas antes de que la consejera tuviera que responder a los periodistas en la apertura de un congreso sobre tabaquismo.

El punto añadido, y con el que el escrito concitó la firma unánime de los jefes de Servicio, dice que «creemos oportuna la distribución que el PMI realiza de espacios asistenciales, quedando tres grandes centros: un hospital del niño y de la mujer, un hospital médico-quirúrgico y un amplio centro entre ambos hospitales de apoyo diagnóstico». El documento también asegura que el PMI «respeta la autonomía de las distintas unidades, estableciento circuitos independientes para cada una de ellas, lo que facilita la cohesión».

La Consejería de Salud entra en acción


Las duras críticas que está recibiendo la Dirección-gerencia del Reina Sofía, tanto de su propia plantilla como de diversos sectores ciudadanos, ha obligado a la Consejería de Salud a mover ficha. Lo hizo ayer la consejera, María Jesús Montero, quien anunció que los responsables del centro sanitario de la capital presentarán la próxima semana a los medios de comunicación el «proyecto preliminar del Plan de Modernización Integral (PMI) del recinto para despejar las dudas infundadas que han surgido». Sin embargo, ella calificó de «debate sin sentido» la polémica la semana pasada.
Montero advirtió de que lo que se dará a conocer no será tampoco definitivo, pues los arquitectos adjudicatarios de la ampliación del centro siguen trabajando en su diseño. La directiva de la Administración autonómica, que inauguró en el Rectorado el VIII Congreso de Prevención y Tratamiento del Tabaquismo, señaló que «hay un gran desconocimiento por parte de las personas que han promovido la Plataforma.
La consejera reforzó sus argumentos con la nota que los jefes de Servicio del Reina Sofía enviaron a la Prensa ayer por la tarde para respaldar a la Dirección-gerencia, y que promovieron los doctores Antonio Torres Gómez y Francisco Pérez Jiménez. Ambos rindieron honores a Montero en el Rectorado en primera línea de saludo. «Comparto el criterio de los jefes de Servicio», se extendió la consejera, que no aclaró si los niños y los adultos compartirán edificio. «El proyecto tiene planteada una separación de circuitos de menores y adultos», dijo lacónicamente. «Pero claro que se harán todos los edificios que yo presenté en 2006, lo que tenemos que decidir ahora es qué va en cada sitio».

Se presenta la Plataforma "no me quites mi hospital"


La Plataforma «No me quites mi hospital», que se presentó ayer en sociedad, tiene claro quién es el responsable del cambio en el Plan de Modernización Integral (PMI) del Hospital Reina Sofía, del que ha desaparecido el hospital del niño y la mujer que estaba previsto. Para el colectivo, la mano que está detrás de las modificaciones es el director-gerente del centro sanitario, José Manuel Aranda, que ha tomado esta decisión «de una forma unilateral», según sostuvo ayer uno de los portavoces de la Plataforma, Manuel Cascos, también secretario provincial del Sindicato de Enfermería (Satse).

«Pedimos que el director-gerente acredite qué autorización tuvo de la Consejería de Salud para cambiar el proyecto, además de saber qué tipo de compromisos tenía o tiene para haber obrado como lo ha hecho», continuó la plataforma, que se preguntó si «la delegada de Salud [María Isabel Baena] tenía conocimiento de los cambios que estaba llevando a cabo José Manuel Aranda».

Tan claro está para «No me quites mi hospital» que el director-gerente es quien ha realizado la reconversión del PMI que se está planteando pedir su dimisión «en cuanto confirmemos unos datos» en los próximos días. «En este caso -sentenció uno de los portavoces de la entidad- el problema no es la consejera de Salud, sino lo mal aconsejada que está». Hay que recordar que la titular de Salud, María Jesús Montero, presentó el Plan de Modernización a finales de 2006 en la Delegación del Gobierno andaluz y en el acto habló extensamente del nuevo hospital de niño y la mujer que se ha suprimido ahora. Incluso mostró una proyección informática relativa al aspecto que iba a tener el edificio que se ha eliminado.

Uno de los motivos que ha enervado a los miembros de la plataforma es la desproporción entre aquel «caramelo virtual», como llamaron ayer al montaje audiovisual que Montero trajo a Córdoba en 2006, y «la nocturnidad y alevosía» con la que se ha cambiado el proyecto. «No se ha contado ni con los profesionales ni con los enfermos ni sus familias», lamentó en este sentido José María Martínez, otro de los portavoces del colectivo y padre de una menor con leucemia que ha estado más de un año «sufriendo las deplorables condiciones de Hospital Materno-Infantil». Martínez es uno de los impulsores de «No me quites mi hospital», en la que se integran quince asociaciones de diversa índole -algunas de ellas con ninguna relación directa con el mundo de la sanidad- y los sindicatos mayoritarios dentro del Servicio Andaluz de Salud (SAS).

La plataforma, creada legalmente el 16 de febrero y que tuvo su germen en la Asociación Pro Hospital del Niño y de la Mujer, subrayó que «nos mueve la lucha por los niños cordobeses, no ningún otro tipo de interés al que se ha referido José Manuel Aranda».

La entidad ha recabado 12.000 firmas para su causa, que presentarán en el Defensor del Pueblo Andaluz. Además, la Plataforma pretende que la Diputación apruebe una moción en favor de sus intereses, al igual que el Pleno del Ayuntamiento de la capital hizo en su sesión ordinaria de este mes de febrero; en ella, los tres grupos políticos, incluido el PSOE, respaldaron la propuesta.

¿A la Pediatría de segunda?

Diario ABC. 17 de febrero. Rafael Aguilar.

La marcha atrás de la Consejería de Salud en su intención de construir un nuevo hospital para el niño y la mujer en el Reina Sofía rebajaría al centro cordobés a la «segunda división» de las ciudades sanitarias andaluzas, ya que sería la única de las cuatro existentes que no dispondría de un edificio independiente para el cuidado de los menores de edad. En la comunidad autónoma hay cuatro ciudades sanitarias, entre las que se encuentra el Reina Sofía, y a la que hay que sumar el Virgen del Rocío de Sevilla, el Virgen de las Nieves de Granada y el Carlos Haya de Málaga.

Estos cuatro recintos, incluido en cordobés y según confirmaron fuentes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) a este periódico, disponen hoy de construcciones autónomas y separadas físicamente del resto del hospital en las que se realizan los tratamiento pediátricos, ya que son los dispositivos sanitarios del máximo nivel asistencial de la comunidad autónoma. Esta «primera división» de asistencia a los niños está encabezada en la actualidad por Sevilla, Málaga y Córdoba, mientras que Granada se encuentra en una posición más relegada aunque sin bajar de categoría.

Con la modificación sustancial del Plan de Modernización (PMI) del Reina Sofía, el hospital de la capital dejaría de tener un edificio exclusivo para menores, como sí existe ahora, de tal manera que los infantes que precisasen ingreso compartirían un inmueble con los adultos, aunque estarían en plantas separadas. Ésta es la hipótesis más firme que se maneja en los círculos sanitarios públicos de la provincia, y en función de la información que la Junta de Andalucía ha dado sobre los cambios en el PMI.

A expensas de que el proyecto final de la Administración autonómica se defina y se haga público, hay dos hechos que preocupan sobremanera a los profesionales sanitarios y a los padres de los enfermos, en vías de formar una plataforma en pro del hospital.

Bajada de división

El primer hecho que les inquieta es que Córdoba «baje de división» de Pediatría dentro de Andalucía, cuando el Reina Sofía tiene acreditada experiencia y trayectoria en esta disciplina sanitaria. Prueba de ello es que el centro cordobés es el único de Andalucía que puede realizar trasplantes a niños de hígado, pulmón y corazón. Además, el actual Materno-Infantil es el referente en España en muchas otras especialidades, como la cirugía cardiovascular y varias técnicas de pulmón y de corazón.

Hay un segundo hecho que irrita de igual manera a los profesionales del Materno-Infantil. Y es que su «integración» en el Hospital General por remodelar y ampliar supondría una regresión, a su juicio, en la historia del complejo: el Materno-Infantil fue el primer dispositivo que se inauguró del Reina Sofía en 1975. Un busto de la monarca en su vestíbulo recuerda el acto. «Desde entonces, las mujeres y los niños han estado en dos recintos independientes, aunque lógicamente conectados, pero ahora se quiere romper con todo eso», lamentan los promotores de la Asociación Pro Hospital del Niño y de la Mujer.

La consejera de Salud, María Jesús Montero, aseguró la semana pasada en el Parlamento que se trataba de una «polémica sin sentido» porque estaban garantizados «circuitos diferenciados» para niños.

viernes, 20 de febrero de 2009

De refundación a recreación

La escena era la propia de los proyectos virtuales. La plana mayor de la Junta de Andalucía en Córdoba, aún con Antonio Márquez a la cabeza, acudió de punta en blanco a la presentación del Plan de Modernización Integral (PMI) en diciembre de 2006, en la sala de prensa de los servicios centrales de la comunidad autónoma en San Felipe. De los coches oficiales salieron los dos maestros de ceremonias: la consejera del ramo, María Jesús Montero, y José Antonio Griñán, «the money man» de la Administración autonómica. 110 millones traía en el bolsillo.
La ocasión no era cualquiera. Se trataba, nada más y nada menos, que de «refundar» el Reina Sofía, tal y como insistió en numerosísimas ocasiones la consejera mientras mostraba a los periodistas un montaje en «power point» sobre cómo iba a quedar el recinto. Lo que no dijo -ni ella ni ninguno de los responsables de la Junta- es que, en realidad, el PMI venía a tapar las vergüenzas del inconcluso y retardado Plan Director del Hospital, que pasó entonces a mejor vida para hacerle sitio a unas siglas que sonaban a nuevas.
«Se trata de la mayor reforma que se ha llevado a cabo en el Reina Sofía desde su fundación hace treinta años», suscribió María Jesús Montero. «Habrá un hotel de madres, de manera que las mujeres de fuera de la capital que acaben de traer al mundo a un niño y que requiera hospitalización puedan estar con ellos», añadió.
Poco queda hoy de ese planteamiento, pues el proyecto ha cambiado por más que Montero lo mostrara con todo lujo de detalles sobre un panel luminoso. ¿El motivo? Lo dio ayer a este periódico el director de Servicios Generales del Hospital de la capital, José Luis Gómez de Hita: «Lo que presentó la consejera fue una recreación sobre lo que era posible hacer para modernizar el complejo, una propuesta sobre sus posibles usos, que luego tendría que ser sometida al criterio de unos arquitectos para que redactaran el proyecto definitivo».
«Hay mayor separación»
La explicación de Gómez de Hita se excusa en que los dos adjudicatarios de la obra -los estudios Aidhos de Madrid y Planho de Sevilla- han visto conveniente retocar la idea inicial que planteó la Junta, y que corresponde a la que presentó la consejera de Salud en Córdoba en diciembre de 2006 (ver gráfico de la página anterior).
Gómez de Hita insistió ayer, no obstante, en que «la decisión que se ha tomado es la mejor, porque la separación entre los enfermos adultos y los menores es mucho mayor que la que había prevista inicialmente». El propio director-gerente del Reina Sofía, José Manuel Aranda, se expresó en esta misma línea la semana pasada, y aseguró que «el cien por cien de las habitaciones de niños serán de uso individual».

Luchamos por los niños


José María Martínez sabe bien cuáles son las carencias y las necesidades del actual Hospital Materno-Infantil. Su hija, de siete años, cayó enferma de leucemia hace un año y medio y se pasó doce meses ingresada en ese módulo del Reina Sofía. Su enfermedad ya está controlada y la pequeña se repone del mal oncológico en su casa, pero ni ella ni sus padres se olvidan de la larga temporada que vivieron en el complejo sanitario.

Aunque agradecido con el personal sanitario, José María lamenta «las malas condiciones que en ocasiones hemos tenido que soportar, las incomodidades, las carencias que hemos sufrido... No queremos que ningún padre ni ningún menor pase por lo que nosotros hemos pasado». Por eso, José María se ha integrado en la Asociación Pro Hospital del Niño y la Mujer, que en breve cristalizará en la plataforma «No me quites mi hospital».

«Es necesario que nos movilicemos, que nos unamos para evitar que los niños de Córdoba tengan menos posibilidades asistenciales que los de Sevilla o los de Málaga, que es lo que parece que va a pasar tras las modificaciones que ha habido en el Plan de Modernización Integral del Reina Sofía», subraya José María. Hay que recordar que, como avanzó ABC a comienzos de esta semana, la Junta de Andalucía ha descartado hacer, tal y como tenía previsto, un nuevo hospital para niños y madres. Los miembros de la citada asociación temen que, a cuenta de la supresión de este edificio en proyecto, los niños tengan que compartir uno con los adultos.

«No permitiremos que los niños, que son por quienes luchamos, sean los perjudicados del Plan de Modernización», añade en este punto uno de los médicos del Materno-Infantil que ha promovido la asociación, y que prefiere mantener su nombre en el anonimato. «Este hospital data de 1975 y fue lo primero que se inauguró del Reina Sofía: se hizo con visión de futuro y era moderno, pero no se ha invertido nada en él, por lo que se ha quedado obsoleto», agrega el facultativo. Otro doctor, también integrado en la asociación, tercia que «es llamativo que en lo que menos se haya invertido en el Reina Sofía haya sido en los niños: lo único que se hizo [en referencia a la UCI], lo pagó Rafael Gómez».

«Hospitalización digna»

La asociación, que ha recabado unas seis mil firmas, lamenta que la Dirección del Reina Sofía quiera ver intereses laborales en sus demandas. «Nuestro único fin es velar por una hospitalización digna y adecuada para los niños», afirman sus portavoces, al tiempo que recuerdan que los médicos que forman parte de ella «son sólo unos miembros más de la misma, ya que en la entidad también hay profesionales sanitarios de otros estamentos y ciudadanos en general». La asociación emplaza a la Dirección del centro a «aclarar qué tipo de reivindicaciones de tipo laboral» cree que están detrás de sus demandas. Y concluye con un augurio: «Nos consta que la Dirección empleará todas sus armas contra nosotros».

Un hospital virtual

Un Hospital "sin sentido"


Transparencia para el infantil

Editorial del ABC del pasado 15 de febrero.

CAMINO de las diez mil firmas necesarias para remitir el asunto al presidente de la Junta, y teniendo como objetivo ser una plataforma, la Asociación Pro Hospital del Niño y la Mujer de Córdoba se ha convertido en un perfecto ejemplo de cómo la ciudadanía percibe que la credibilidad de la administración es cada vez más cercana a cero, o directamente inexistente.

Como ha venido recordando ABC esta semana, en diciembre de 2006, la consejera de Salud, María Jesús Montero, acompañada de José Antonio Griñán, vicepresidente segundo de la Junta y, no lo olvidemos, parlamentario por Córdoba, presentó a bombo y platillo el «nuevo Hospital Reina Sofía», una suerte de refundación del prestigioso centro sanitario con tres proyectos estrella dentro del Plan de Modernización Integral (PMI) de la sanidad andaluza del que destacaba el nuevo hospital materno-infantil. La inversión pública: 110 millones de euros.

Dos años después, esta parte del PMI correspondiente a Córdoba ha variado sustancialmente. El materno-infantil no se realizará en el Reina Sofía, sino en el Hospital General. Su nueva tipología es tan confusa y genérica, que ni siquiera los máximos responsables, políticos y gestores administrativos, son capaces de detallar más allá de pedir confianza en sus palabras y promesas.

Sin embargo, los ciudadanos están cansados de actos de fe gratuitos. Máxime en la situación actual, cuando esta terrible crisis económica ha puesto al descubierto la inanidad de una clase política que, entre la ignorancia y la arrogancia, intenta explicar lo que no sabe, envolviendo además la respuesta en un desahogo injustificable.

Esta es la imagen que, una vez más, dio el jueves pasado la consejera de Salud en el Parlamento andaluz cuando fue interpelada por IU sobre este cambio del Materno-Infantil, que, en esencia, supone trasladarlo al antiguo Hospital General, previa reforma, sin que se sepa nada más, y que todo esto no es más que un «debate sin sentido».

El problema es que la modificación inesperada del PMI no ha sido explicada adecuadamente, como tampoco se ha detallado la alternativa, lo que provoca enormes dudas, totalmente razonables y con un tema tan sensible como la atención pediátrica. Hace falta la máxima transparencia sobre el cambio del proyecto y sobre el proyecto en sí. En otras circunstancias, bastaría con la garantía de los gestores públicos. Desgraciadamente, éste no es el caso.

Una reacción lógica

La salud gaseosa


Y encima se extrañan de que haya cundido la preocupación y la alarma entre los padres de los niños enfermos, de que los médicos estén cabreados, de que los ciudadanos se dejen llevar por la confusión. Pero, ¿qué esperaban? ¿Que le diésemos entre todos una palmadita a la consejera de Salud por la transparencia (?) con la que ha gestionado el cambio en el Plan de Modernización Integral del Reina Sofía y la eliminación del hospital de niños y madres tal y como estaba previsto? ¿Qué querían, que nadie se quejara de la desproporción entre una presentación multimedia de «la refundación» (María Jesús Montero dixit) del complejo sanitario de la capital y la opacidad sigilosa con la que se ha suprimido parte del proyecto?.
En este lío se han metido ellos solitos. No se puede vender humo a sabiendas de que es evanescente, y además pretender que la gente se quede tan tranquila cuando compruebe que no es sólido, sino gaseoso. Resulta ahora que la fabulación en «power point» de hace dos años en San Felipe era, como se podía sospechar ya en ese momento, «una recreación», «una visualización» de lo que el Hospital podía llegar a convertirse... y de lo que es muy probable que nunca vaya a ser.
El enconamiento de las posiciones entre buena parte del cuerpo facultativo -también de otros niveles profesionales- del Reina Sofía y la plana mayor de Salud a cuenta del Materno-Infantil no es sino una manifestación más del choque entre los dos planos irreconciliables que existen en la sanidad pública de nuestra provincia. De un lado, el oficial: el de las encuestas de satisfacción tan satisfechas, el de la alta resolución irresoluble, el de los récords de trasplantes, el de la vanguardia investigadora proclamada a los cuatro vientos. De otro, el real: el de las habitaciones estrechas, con poca luz y que hay que compartir con un vecino desconocido; el de las listas de espera y las colas en los centros de salud; el de los profesionales hastiados y el de los pacientes angustiados.
A cualquiera le encrespa esa pose cansina e idílica de que los andaluces disfrutamos de una asistencia sanitaria puntera si, en cuanto la consejera se aleja en el coche oficial después de una breve visita, una niña se despeña por el hueco de un ascensor, hay que buscar a alguien que sepa polaco para que traduzca al anestesista o se desploma el techo de un hospital comarcal. O de los dos. Lo peor es que, para la Administración autonómica, éstos son «debates que no tienen ningún sentido», como María Jesús Montero ha tildado en el Parlamento la polémica sobre el Materno-Infantil. Y luego se quejan de que el personal se les enfade.

El misterio

jueves, 19 de febrero de 2009

Pregunta en el Parlamento Andaluz

El Parlamentario andaluz de IULV-CA por Córdoba, José Manuel Mariscal, formula a la Consejera de Salud, Mª Jesús Montero, una pregunta con ruego de contestación oral en pleno, con trámite de máxima actualidad, relativa a las modificaciones que el Servicio Andaluz de Salud tiene previsto realizar en el Plan de Modernización Integral del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.

martes, 10 de febrero de 2009

Moción del Ayuntamiento de Córdoba

Texto de la Moción aprobada por el Pleno del Ayuntamiento de Córdoba el pasado día 5 de febrero. Esta moción ha contado con el respaldo unánime de los tres grupos políticos presentes en el mismo, IU, PSOE y PP.


La resolución num C 148137, del Parlamento Europeo de 16 de junio de 1.986, recoge la “Carta Europea de los Niños Hospitalizados”. En ella textualmente se reconoce:

Su “derecho a ser hospitalizado junto a otros niños, evitando todo lo posible su hospitalización entre adultos”.

Su “derecho a disponer de locales amueblados y equipados de modo que respondan a sus necesidades en materia de cuidados, de educación y de juegos, así como a las normas oficiales de seguridad”.

Estos derechos son asumidos por el SAS, a través del Programa de Atención Integral al Niño Hospitalizado de 1997 y se recogen en la Declaración de Ottawa de la Asociación Médica Mundial sobre el Derecho del Niño a la Atención Médica, (Cánada, 1998).

El decreto 246/2005 de 8 de noviembre por el que se regula el derecho de las personas menores de edad a recibir atención sanitaria en condiciones adaptadas a las necesidades propias de su edad y desarrollo, entre otras consideraciones dice en su artículo 15 que las personas menores de catorce años serán atendidas e ingresadas en zonas pediátricas específicas, y en condiciones de máxima seguridad para su protección y en su disposición transitoria especifica claramente que las obras correspondientes a edificios de nueva construcción se ajustarán a las condiciones establecidas en él.

El Plan de Modernización Integral del hospital Reina Sofía, que va a suponer un desembolso de unos 110 millones de euros por parte de la Consejería de Salud y la ampliación de su superficie hasta los 200.000 m2, incluía la construcción de un nuevo hospital del niño y otro de la mujer. Sin embargo, el proyecto original, así concebido y presentado a la opinión pública, ha cambiado. No se van a crear nuevos edificios de hospitalización para el niño y para la mujer. En su lugar, la hospitalización materno-infantil se ubicaría en un único edificio, que actualmente es el destinado a la hospitalización de adultos (hospital general), lo que va en contra de los derechos del niño.

Las catas arqueológicas comenzaron el pasado mes de noviembre y está a punto de concluir el nuevo proyecto por Planho Consultores SL y Aidhos Arquitec SA.

Este asunto ha suscitado el interés de profesionales y padres y madres que han mostrado su intención de que el diseño del hospital del niño y de la mujer cuente con su opinión y se atenga a las directrices anteriormente mencionadas.

Por ello, se propone

ACUERDO

1.- Solicitar a la Delegación Provincial de Salud:

- La creación de un nuevo hospital infantil y otro de la mujer independientes, aunque conectados entre sí en las áreas de partos y maternidad, así como al resto de unidades de apoyo al diagnóstico y tratamiento del niño y de la mujer.

- Que dichos hospitales tengan un diseño y unas dimensiones producto de un estudio completo de la demanda de la población, un análisis de los circuitos principales de pacientes y profesionales en el hospital y de la estimación de necesidades para los próximos años.

- Que se cumplan para ello todos los requisitos contemplados en la diversa normativa al respecto como es que la totalidad de las habitaciones sea de uso individual, la existencia de áreas lúdico pedagógicas, hospital de madres…, logrando de esta manera una menor ruptura del niño con su vida cotidiana, el mayor acceso posible de la persona menor a las personas y a las actividades que forman su medio habitual, garantizando su derecho a la salud y sus derechos como parte de la ciudadanía menor de edad.

- Participación en la elaboración del proyecto de los propios profesionales del hospital, máximos conocedores de la situación de su servicio y quienes están en mejores condiciones que nadie de anticipar el futuro de la asistencia sanitaria en su parcela.