miércoles, 20 de noviembre de 2013

LOS NIÑOS HOSPITALIZADOS TAMBIÉN TIENEN DERECHOS

CARTA EN EL DÍA DE LOS DERECHOS DEL NIÑO
José Castillero y Manuel Frías.
Portavoces de la Plataforma ciudadana “No me quites mi Hospital”

 
 
 
Siempre es deseable y, a la vez, ineludible, recordar los derechos de los Niños, avalados por una Declaración Universal y especialmente hoy, día 20 de noviembre, en el que se celebran los 24 años de su aprobación por las Naciones Unidas.
Desde la Plataforma “No me quites mi hospital” queremos hacer este recordatorio a la ciudadanía en general y a los responsables del Hospital Reina Sofía en especial, pues, en ocasiones, los niños ingresados en este recinto ven vulnerados algunos de sus derechos, también reconocidos en la Carta Europea de los niños hospitalizados.
La administración está obligada a garantizar que estos dispongan de un ambiente hospitalario sano y seguro, donde se respeten su dignidad e intimidad y a mejorar las condiciones de seguridad, sociabilidad, ambientación y luminosidad adecuadas a la infancia.
Estos derechos se incumplen cuando los niños en este hospital soportan, en algunas habitaciones, un ruido muy por encima de los límites legales permitidos, generado por maquinas mal ubicadas; cuando son ingresados y atendidos en habitaciones y consultas de mínimas dimensiones, mal ventiladas y donde se han cercado o tapiado las ventanas; cuando son ingresados en ilegales habitaciones compartidas; cuando se dificulta el aspecto social de los niños al no contar con áreas lúdicas específicas abiertas en horario “no escolar”, como ocurre en otros hospitales, etc. En definitiva, por ser atendidos en un hospital infantil cuyas caducas instalaciones ya no dan más de sí, ni proporcionan respuestas a las demandas de la Pediatría actual y donde las reformas parciales aplicadas que se acometen, parecen no tener suficientemente en cuenta el principal objetivo, que no debe ser otro que el bienestar de los niños.
Es necesario crear un ambiente hospitalario que no solamente considere la calidad en la atención médica, sino que también atienda las necesidades psicológicas, emocionales, educativas y sociales de los pacientes infantiles y de sus familias, afectadas por la traumática experiencia de la enfermedad de sus pequeños.
 
 

Este hospital precisa de un plan integral que contemple como prioridad un nuevo hospital infantil, bien estudiado y nacido del consenso de todos. Se debería aprovechar este tiempo de espera al que obliga la crisis económica para generar el diálogo entre administración, profesionales y usuarios, del que emerjan las bases de su futuro diseño. Los derechos de los niños hospitalizados, recogidos en la legislación vigente, señalan las condiciones que deberá cumplir de una forma clara y explícita.