domingo, 22 de febrero de 2009

El origen de la desinformación

Llama la atención que la consejera de Salud, María Jesús Montero, explique la polémica que ha despertado la modificación de la reforma del Hospital Reina Sofía por la «desinformación» que ha habido sobre el asunto. Desde luego, razón no le falta, porque los cambios en la ampliación del centro han dado lugar a un torrente de rumores. Pero, ¿quién es el responsable de que los mentideros sanitarios estén que hierven desde hace meses? No parece que los profesionales, que más allá de las razones espurias de sus demandas que puede entretenerse en buscar quien quiera, están francamente preocupados por el futuro de la asistencia pediátrica. Y sin un «power point» que llevarse a la boca. Nada que ver con el despliegue multimedia de hace dos años en la Delegación del Gobierno andaluz. Mientras el avance del Plan de Modernización se presentó con profusión de recursos en diciembre de 2006, los ajustes (y no menores) que se van a llevar a cabo en él se despacharon hace tres meses entre líneas de una nota de prensa y sin darle más importancia al asunto.

La Junta de Andalucía está reaccionando ahora. Asediada por quince asociaciones unidas en una plataforma, la consejera anunció este jueves que la próxima semana se difundirá el proyecto de reforma con todos los detalles disponibles, y eso que, tal y como la propia Montero declaró en el Parlamento hace diez días, «se trata de una polémica sin sentido».

Algún peligro ha debido verle Salud al descontento de los padres de niños enfermos y de cientos de médicos y profesionales sanitarios cuando en dos días ha tratado de protegerse con dos colectivos de peso. El primero, los jefes de Servicio del Reina Sofía, que hicieron hace dos días una carta de apoyo que el jefe de Pediatría respaldó a deshora e «in extremis». Y el segundo, el Colegio de Médicos.

La semana próxima se conocerá otra maqueta del Hospital: tal vez no sea mucho pedir que no sea demasiado virtual.

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