Así, a media mañana difundió, a través del jefe de Servicio de Medicina Interna, Francisco Pérez Jiménez, un escrito en el que el 96 por ciento de los jefes de Servicio del Reina Sofía apoyaban, con su firma, el Plan de Modernización Integral (PMI) del complejo sanitario con las modificaciones que creyera oportunas la Dirección-gerencia. Pero en el documento faltaba una pata: la rúbrica del responsable de Pediatría, Juan Luis Pérez Navero.
Ya por la tarde, llegó a las redacciones otro correo electrónico desde la misma dirección -la de Pérez Jiménez- en el que se incluía el mismo documento pero con un párrafo más, y al que ya se había unido Pérez Navero. Fue, casualmente, sólo dos horas antes de que la consejera tuviera que responder a los periodistas en la apertura de un congreso sobre tabaquismo.
El punto añadido, y con el que el escrito concitó la firma unánime de los jefes de Servicio, dice que «creemos oportuna la distribución que el PMI realiza de espacios asistenciales, quedando tres grandes centros: un hospital del niño y de la mujer, un hospital médico-quirúrgico y un amplio centro entre ambos hospitales de apoyo diagnóstico». El documento también asegura que el PMI «respeta la autonomía de las distintas unidades, estableciento circuitos independientes para cada una de ellas, lo que facilita la cohesión».
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